Federico Alvarez del Toro
Nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1953. Estudió en la Escuela Superior de Música del INBA, en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y en el Conservatorio Nacional de Música; ha sido alumno de Rodolfo Halffter, Eduardo Matta y Leo Brouwer, entre otros maestros. Ha compuesto partituras dentro de las grandes formas sinfónicas orquestales y para música de cámara o instrumentos solistas, en donde la voz es el principal vehículo expresivo; su lenguaje musical se ha inspirado en las fuentes sonoras de la selva tropical mesoamericana. Ha escrito música para danza, teatro y cine y, recientemente ha incursionado en la ópera. Sus obras se han grabado para la EMI International y han sido interpretadas por importantes orquestas sinfónicas del país y del extranjero. Ha impartido clases de música, historia y análisis, y ha sido miembro de diversos jurados. Fue elogiado en el Royal Festival Hall de Londres por la magistral ejecución de su partitura El espíritu de la tierra, por la New Philarmonia Orchestra de Londres, conducida por Eduardo Matta. Actuó para los Premios Nobel de Medicina y realizó una gira artística que abarcó Estados Unidos, Hawai, Africa y una actuación ante los reyes de Ghana. Fue invitado a la National Arts Academy de Washington y ha recibido importantes premios, entre ellos, el Premio Nacional de Música, el Diploma de la Unión de Cronistas de Teatro y Música, el Premio Chiapas, otorgado por el Estado a las Artes y Ciencias, y la Medalla de Oro, entregada por el Presidente de México.
Sinfonía "El espíritu de la tierra" (1983-84)
Para marimba, orquesta y cinta magnetofónica de Federico A. del Toro
- La fuerza de la tierra (Primer Movimiento)
Este primer movimiento está basado en los sentimientos telúricos, aquello que los indígenas llaman (yahvalbulumil)"El espíritu de la tierra", el principio generador de las energías y los ritos primigenio de los elementos, donde se condensan y producen las fuerzas que mantienen al hombre.Puede ser definida como la potencia creadora específica de cada lugar, la tierra de origen donde transcurre la vida humana, la casa, el solar, la milpa, el sendero, poseen un "Espíritu de lugar". La fuerza de la tierra está representada por los cantos de los lacandones que poseen elementos hipnóticos y estremecedores, se escuchan en la obra en varios planos sonoros que establecen una relación entre lo telúrico y lo espiritual.
En la parte intermedia de este movimiento, se escucha una niña lacandona invocando al jaguar, un animal fuertemente relacionado a los cultos de la tierra en los pueblos mesoamericanos.
- Oratorio bajo la ceiba (Segundo Movimiento)
La primera intervención de instrumento solista, abre esta parte que se inicia con acordes sobre el registro grave del instrumento, la marimba se mueve en el mismo nivel contemplativo que el fagot y el corno inglés, penetran en el inframundo. La ceiba representa para la cultura Maya, el símbolo del universo. Su tronco y ramas atraviesan las diversas capas de los cielos. Los grupos lacandones existentes hoy, sostienen que por sus raíces subían al mundo sus ancestros y que por su tronco y ramas llegaban los muertos hasta el cielo más alto. "Oratorio bajo la Ceiba", está inspirado en el simbolismo de dicho árbol.
- Los misterios festivos (Tercer Movimiento)
Este movimiento está basado en reminiscencias de ancestrales ceremonias. Estas constituyen el alma en la idiosincrasia del pueblo chiapaneco. Aquí se desarrollan las intervenciones importantes del instrumento solista. Asimismo, elementos del sincretismo musical de estas fiestas rituales -citas musicales de homenaje a una cultura que se va extinguiendo- y al mismo tiempo, evoca la raíz del futuro mediante el lenguaje musical con el que se realiza el encuentro del los mundos contradictorios actuales.
Oratorio En la Cueva de la Marimba (1984)
En 1980 un campesino llamado Salomón Alegría penetró en una cueva oculta por el bosque y descubrió en el interior una formación calcárea, hueca y rocosa en forma de marimba, creada por la naturaleza a base de estalactitas. Guiado por un interés musical personal y con algunas limitaciones, el compositor visitó la cueva, constatando su belleza estética además de su complejidad microinterválica. Con la idea de poder componer un obra con base a los sonidos de esta marimba ancestral, se realizó un minucioso estudio de texturas sonoras, aunque en condiciones siempre difíciles por la escasa visibilidad y la humedad.
Ante lo que fuera una incipiente partitura al principio, Zeferino Nandayapa realizó una exploración acústica con baquetas suaves de marimba, produciendo series de sonidos que fueron grabados en su totalidad. Con base a ello se estructuró la forma que determinó el oratorio, eligiendo algunas palabras del dialecto zoque -propio del lugar-, relacionadas al culto de las grutas (puertas de entrada a lo mágico y al inframundo) fueron además, articuladas con gran destreza por la flautista Marielena Arizpe,quien envuelta en esa especie de escenario misterioso y orgánico, enriqueció con su creatividad personal, los lineamientos de la idea primordial de la partitura.
(NO HAY VIDEO)
Temas:
Sinfonía "El espíritu de la tierra" (1983-84)
1.La fuerza de la tierra
2.Oratorio bajo la ceiba
3.Los misterio festivo
Músicos solistas: Zefererino Nandayapa, marimba
Orquesta: Filarmónica de la Ciudad de México
Director: Federico Álvarez del Toro,
Tema:
Oratorio en la cueva de la marimba (1984)
(invocaciones a los cultos de la gruta)
Músicos: Zeferino Nadayapa, marimba natural de piedras estalactitas
Marielena Arizpe, flautas en do, sol y baja